Tengo en una servilleta
Tu nombre escrito con letras pequeñas
Para que nadie lo vea,
Lo escribí hace tiempo,
Cuando mis brazos a pesar de estar llenos
Se sentían necios... vacíos.
Cuando el frío alba reclamaba
Un cálido atardecer.
Cuando tu cercana ausencia incomodaba la carne y los huesos,
Y tu lejanía adyacente al deseo.
Hoy por hoy comprendí
Que tu si amaste,
Que entregaste incluso hasta tu sangre.
No aprecie,
El que me llevaras en el recuerdo,
En las pisadas,
En el cuerpo y las entrañas...
Hoy por hoy
Acepto y entiendo
Que es mi turno de anhelarte.
Hoy por hoy
Comienza un perpetuo calvario,
Mi calvario... imaginarte.